A decir verdad, aquella vez, no supe si estas se abrieron o se cerraron, jas! Lo que sí volví a comprobar es que mi tolerancia a algunas sustancias y mezclas entre ellas es patéticamente escasa. Pero bueno... me gusta experimentar sensaciones y diferentes estados con mi mente y organismo, siempre con respeto y cuidado.
El “abridor emocional y espiritual” es increíble, aunque al estar conciente de su uso, atenta a su efecto y en consecuencia conocer los síntomas del mismo, no es lo mismo que recibirlo en el organismo y en la mente las primeras veces. Es decir, la falta de inocencia ante ello y la expectativa ante el conocimiento del químico, resta emoción. Pero no por ello se deja de sentir felicidad, amor y conexión con el todo. Ello se puede comprender e integrar en la conciencia con una facilidad inigualable: Se tiene como una especie de visión y energía positiva ante todo lo que rodea, como una especie de comunión con el mundo, jas! Una quiere interactuar con el entorno, hablar, relacionarse. Una esta bien arriba e inevitablemente le saca provecho. Pero, como es sabido... todo lo que en algún momento sube, en algún otro momento tiene que bajar. Y el bajón no se lo recomiendo a nadie.
Mary, por el contrario, tiende a volcar hacia una subjetividad que generalmente deriva en una introspección. Se tiende fondear la realidad que uno esta viviendo... y eso a veces puede estar bueno y otras no tanto. Esto se da mediante ideas e impresiones que brotan enérgicamente y pasan por la conciencia, por lo que se pierde la noción del tiempo. La memoria inmediata se ve totalmente entorpecida, se encuentra en stand by, lo que lleva a perder el sentido de continuidad, haciendo que uno se disperse. Con ella es un sí a la risa y al relax... tanto, tanto, que produce como un estado de somnolencia inmanejable.
Para mi cuerpito y mentecita combinar la “apertura” con lo “ensimismada”, no fue tan buen cóctel. No la pase nada mal, aclaro. Pero... en un momento mi cuerpo quería una cosa y mi mente me pedía otra, JA! El choque de los efectos psicológicos y fisiológicos de ambas cosas en mi organismo y mente fue muy loco. Por un lado era un excitante activar y por el otro parecía que me estaban inyectando algún tipo de sedante directamente a mi cerebro, al cual me termine rindiendo después de una lucha intensa para culminar en un sueño muy muy profundo. O sea: me abandoné, permitiendo que la causa siguiera su efecto y dejándome perder por vaya uno a saber donde. La verdad que estar en ON y en OFF a la vez me resultó un flash, pero un flash así: bien gráfico, visualmente representado en toda mi mente como una puesta en blanco bien luminosa.
El “abridor emocional y espiritual” es increíble, aunque al estar conciente de su uso, atenta a su efecto y en consecuencia conocer los síntomas del mismo, no es lo mismo que recibirlo en el organismo y en la mente las primeras veces. Es decir, la falta de inocencia ante ello y la expectativa ante el conocimiento del químico, resta emoción. Pero no por ello se deja de sentir felicidad, amor y conexión con el todo. Ello se puede comprender e integrar en la conciencia con una facilidad inigualable: Se tiene como una especie de visión y energía positiva ante todo lo que rodea, como una especie de comunión con el mundo, jas! Una quiere interactuar con el entorno, hablar, relacionarse. Una esta bien arriba e inevitablemente le saca provecho. Pero, como es sabido... todo lo que en algún momento sube, en algún otro momento tiene que bajar. Y el bajón no se lo recomiendo a nadie.
Mary, por el contrario, tiende a volcar hacia una subjetividad que generalmente deriva en una introspección. Se tiende fondear la realidad que uno esta viviendo... y eso a veces puede estar bueno y otras no tanto. Esto se da mediante ideas e impresiones que brotan enérgicamente y pasan por la conciencia, por lo que se pierde la noción del tiempo. La memoria inmediata se ve totalmente entorpecida, se encuentra en stand by, lo que lleva a perder el sentido de continuidad, haciendo que uno se disperse. Con ella es un sí a la risa y al relax... tanto, tanto, que produce como un estado de somnolencia inmanejable.
Para mi cuerpito y mentecita combinar la “apertura” con lo “ensimismada”, no fue tan buen cóctel. No la pase nada mal, aclaro. Pero... en un momento mi cuerpo quería una cosa y mi mente me pedía otra, JA! El choque de los efectos psicológicos y fisiológicos de ambas cosas en mi organismo y mente fue muy loco. Por un lado era un excitante activar y por el otro parecía que me estaban inyectando algún tipo de sedante directamente a mi cerebro, al cual me termine rindiendo después de una lucha intensa para culminar en un sueño muy muy profundo. O sea: me abandoné, permitiendo que la causa siguiera su efecto y dejándome perder por vaya uno a saber donde. La verdad que estar en ON y en OFF a la vez me resultó un flash, pero un flash así: bien gráfico, visualmente representado en toda mi mente como una puesta en blanco bien luminosa.